Es bien sabido que la crisis económica y financiera que se está atravesando, también en España, va a incidir notoriamente en la población emigrante. Una de las formulas, que siempre se manejan, mas como antídoto, que como curación es invertir y fomentar emprendimientos en los países de origen.
La situación económica, actual, con la tasa de desempleo tan alta, afecta y se puede resumir en estos párrafos:
El Gobierno de España, va a dar más dinero a las ONG para que puedan desarrollar sus programas de ayuda a los inmigrantes que quieren volver a su país y todavía no tienen medios económicos, suficientes para hacerlo. Actualmente hay más de 4.000 extranjeros en lista de espera para recibir estas subvenciones, que consisten, fundamentalmente, en dinero de bolsillo y un billete de ida en avión.
Es obvio, que si la situación o motivo, por el que unas personas han emigrado, sigue siendo la misma o incluso peor, no hay razones para el retorno voluntario. Por lo que quizás sea mas rentable, re-generar económicamente los territorios, de donde proceden, atraves de iniciativas de desarrollo local. Y porque no, invertir en turismo, cuando es en teoría, una de las actividades productivas, con mas focalización política, en los países iberoamericanos, y materia, en la que España, puede decir mucho.
Si bien, hasta hace apenas pocos años, el turismo, estaba, casi excluido en los programas de cooperación internacional al desarrollo, por motivos, a veces innombrables (dudas éticas y morales de algún sector o su consideración mas frívola, que real,…), ya es una realidad, que existe, dentro de ciertas líneas estratégicas.
Así, facilitar a cierta población un retorno, pero con opciones de desarrollo productivo, incentivado por microcréditos favorables, subvenciones, junto con programas de acompañamiento, como son los formativos y de asistencia técnica, podrían ayudar bastante, en especial en este periodo necesario de implementación, que coincide, precisamente, con el de mayor decreciemiento de la demanda. Por tanto, después de pasar este periodo de impass, estarían en una posición favorable, para insertarse en el mercado, gracias a una preparación previa.
Y si bien los algo más de 5 millones de euros anuales, contemplados en el Plan de Retorno Voluntario, no son suficientes, seguro que en colaboración, con organismos multilaterales, los gobiernos de los países emisores y otras entidades, sumarian un capital monetario, que junto con incentivos locales, podrían paliar en gran medida la situación actual y venidera de este segmento de población y por otra parte, dinamizar muchas de las zonas rurales, alejadas del desarrollo urbano, de los países iberoamericanos.
Hace apenas un mes, en una conversación, en Quito, con el Presidente de FEPTCE (Federación Plurinacional de Turismo comunitario en Ecuador), me afirmaba que el turismo, es una formula, para reducir o minimizar, las necesidades de emigración, de las poblaciones locales, en su caso, específicamente indígenas.
El turismo si puede contribuir al desarrollo local, si se gestiona adecuadamente, es decir bajo un concepto sostenible y competitivo.
Reciban un cordial saludo y espero sus comentarios.
Arturo Crosby
La situación económica, actual, con la tasa de desempleo tan alta, afecta y se puede resumir en estos párrafos:
El Gobierno de España, va a dar más dinero a las ONG para que puedan desarrollar sus programas de ayuda a los inmigrantes que quieren volver a su país y todavía no tienen medios económicos, suficientes para hacerlo. Actualmente hay más de 4.000 extranjeros en lista de espera para recibir estas subvenciones, que consisten, fundamentalmente, en dinero de bolsillo y un billete de ida en avión.
Es obvio, que si la situación o motivo, por el que unas personas han emigrado, sigue siendo la misma o incluso peor, no hay razones para el retorno voluntario. Por lo que quizás sea mas rentable, re-generar económicamente los territorios, de donde proceden, atraves de iniciativas de desarrollo local. Y porque no, invertir en turismo, cuando es en teoría, una de las actividades productivas, con mas focalización política, en los países iberoamericanos, y materia, en la que España, puede decir mucho.
Si bien, hasta hace apenas pocos años, el turismo, estaba, casi excluido en los programas de cooperación internacional al desarrollo, por motivos, a veces innombrables (dudas éticas y morales de algún sector o su consideración mas frívola, que real,…), ya es una realidad, que existe, dentro de ciertas líneas estratégicas.
Así, facilitar a cierta población un retorno, pero con opciones de desarrollo productivo, incentivado por microcréditos favorables, subvenciones, junto con programas de acompañamiento, como son los formativos y de asistencia técnica, podrían ayudar bastante, en especial en este periodo necesario de implementación, que coincide, precisamente, con el de mayor decreciemiento de la demanda. Por tanto, después de pasar este periodo de impass, estarían en una posición favorable, para insertarse en el mercado, gracias a una preparación previa.
Y si bien los algo más de 5 millones de euros anuales, contemplados en el Plan de Retorno Voluntario, no son suficientes, seguro que en colaboración, con organismos multilaterales, los gobiernos de los países emisores y otras entidades, sumarian un capital monetario, que junto con incentivos locales, podrían paliar en gran medida la situación actual y venidera de este segmento de población y por otra parte, dinamizar muchas de las zonas rurales, alejadas del desarrollo urbano, de los países iberoamericanos.
Hace apenas un mes, en una conversación, en Quito, con el Presidente de FEPTCE (Federación Plurinacional de Turismo comunitario en Ecuador), me afirmaba que el turismo, es una formula, para reducir o minimizar, las necesidades de emigración, de las poblaciones locales, en su caso, específicamente indígenas.
El turismo si puede contribuir al desarrollo local, si se gestiona adecuadamente, es decir bajo un concepto sostenible y competitivo.
Reciban un cordial saludo y espero sus comentarios.
Arturo Crosby
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