Parece que la tendencia del turismo rural en España, es que sigue creciendo la oferta alojativa, sin importar mucho la crisis financiera, pero al mismo tiempo y en sentido inverso, no crece la demanda turística.
En una nota de la asociación AUTURAL, se dice que el número de establecimientos rurales, aumento un 10 % en el 2008, respecto al año anterior, lo que provocó un incremento del número de plazas ofertadas por el sector, hasta situarse en las 114.818. Frente a este crecimiento, las pernoctaciones y la ocupación media descendieron un 2,3% y un 11,9%, respectivamente.
Hace unos meses, la empresa Toprural (Forum Natura: 15.10.2008), afirmaba que en agosto de dicho año la ocupación media rondaba el 44,8%.
Cabe decir que la definición de alojamientos turísticos rurales, es todavía incierta y que ésta conceptualización, viene determinada por la demanda, más que por las normativas existentes, que por cierto, no coinciden en las 17 Comunidades autónomas. Así, que esas casi 115.000 camas, que menciona Autural, serán, como hemos afirmado, en otras ocasiones al menos 160.000, mas la oferta alegal e ilegal, que no sabemos a cuánto ascenderá.
Por otra parte, el dato reciente de que el turismo internacional, en España, ha bajado en este trimestre un 16 %, corrobora esta tendencia, que es fruto, directo de la recesión económica, por la demanda turística principal al país. Es también, evidente que la demanda domestica ha seguido bajando y que lo que busca, son precios más bajos, ofertas de última hora y aprovecharse de la baja ocupación, sabiendo que habrá alojamientos que prefieren ofertar mucho más barato, con tal de tener una ocupación mínima.
Parece que si la oferta crece y la demanda está estancada, pero además con menos capacidad de compra, el panorama, no se presenta muy halagüeño.
Coincidiendo de alguna forma, el presidente de Autural (Francisco Parra), subrayo “el peligro” del turismo rural en España y pidió a la Administración central que destine “las ayudas públicas a mejorar la calidad de los establecimientos, y no a aumentar su número”.
No creo que eso sea la solución al problema y tampoco, la respuesta visceral, de eliminar la oferta que sobre.
Es evidente, que dentro del esquema de libertad de mercado, no es posible controlar, directamente, la apertura de negocios turísticos, salvo que hubiese una política clara y decidida, con estrategias, que buscasen un desarrollo local en los espacios rurales. Por tanto, no queda otra fórmula, que incrementar la ocupación anual, la estancia media y el gasto turístico.
Sé que son palabras conocidas y fáciles de escribir, pero lo cierto, es que no se implementan, porque quizás los interlocutores territoriales, todavía no lo comprenden, ni quieren asumir el riesgo, de invertir en acciones, que aunque, tienen su riesgo, pueden tener resultados muy positivos, para aquellas zonas que apuesten por un cambio estratégico.
Hay algunos establecimientos, que llevan un cierto tiempo apostando por actuaciones locales (mas allá de su frontera empresarial) y que aplicando también criterios profesionales y saltándose, trabas seudo-politicas (por llamarlas de alguna forma?), están consiguiendo, apenas no disminuir su ocupación anual.
En otras ocasiones, ya les mencione, alguna de estas propuestas, herramientas de las TIC, como la propia Feria Virtual (más bien tiendas virtuales abiertas todo el año), los programas de animación turística rural, (aplicables, esencialmente para Asociaciones de empresarios, PRODER, comarcas y entidades similares) y como recientemente, leí en Hosteltur, asociándose con profesionales, que sean capaces de dinamizar la oferta turística actual.
Afortunadamente la problemática actual del sector, tiene solución, no es costosa y si hay capacidad económica pública y privada, para afrontarla. Solo hay que comprenderla y atreverse a los cambios, para conseguir el éxito deseado.
Un cordial saludo
En una nota de la asociación AUTURAL, se dice que el número de establecimientos rurales, aumento un 10 % en el 2008, respecto al año anterior, lo que provocó un incremento del número de plazas ofertadas por el sector, hasta situarse en las 114.818. Frente a este crecimiento, las pernoctaciones y la ocupación media descendieron un 2,3% y un 11,9%, respectivamente.
Hace unos meses, la empresa Toprural (Forum Natura: 15.10.2008), afirmaba que en agosto de dicho año la ocupación media rondaba el 44,8%.
Cabe decir que la definición de alojamientos turísticos rurales, es todavía incierta y que ésta conceptualización, viene determinada por la demanda, más que por las normativas existentes, que por cierto, no coinciden en las 17 Comunidades autónomas. Así, que esas casi 115.000 camas, que menciona Autural, serán, como hemos afirmado, en otras ocasiones al menos 160.000, mas la oferta alegal e ilegal, que no sabemos a cuánto ascenderá.
Por otra parte, el dato reciente de que el turismo internacional, en España, ha bajado en este trimestre un 16 %, corrobora esta tendencia, que es fruto, directo de la recesión económica, por la demanda turística principal al país. Es también, evidente que la demanda domestica ha seguido bajando y que lo que busca, son precios más bajos, ofertas de última hora y aprovecharse de la baja ocupación, sabiendo que habrá alojamientos que prefieren ofertar mucho más barato, con tal de tener una ocupación mínima.
Parece que si la oferta crece y la demanda está estancada, pero además con menos capacidad de compra, el panorama, no se presenta muy halagüeño.
Coincidiendo de alguna forma, el presidente de Autural (Francisco Parra), subrayo “el peligro” del turismo rural en España y pidió a la Administración central que destine “las ayudas públicas a mejorar la calidad de los establecimientos, y no a aumentar su número”.
No creo que eso sea la solución al problema y tampoco, la respuesta visceral, de eliminar la oferta que sobre.
Es evidente, que dentro del esquema de libertad de mercado, no es posible controlar, directamente, la apertura de negocios turísticos, salvo que hubiese una política clara y decidida, con estrategias, que buscasen un desarrollo local en los espacios rurales. Por tanto, no queda otra fórmula, que incrementar la ocupación anual, la estancia media y el gasto turístico.
Sé que son palabras conocidas y fáciles de escribir, pero lo cierto, es que no se implementan, porque quizás los interlocutores territoriales, todavía no lo comprenden, ni quieren asumir el riesgo, de invertir en acciones, que aunque, tienen su riesgo, pueden tener resultados muy positivos, para aquellas zonas que apuesten por un cambio estratégico.
Hay algunos establecimientos, que llevan un cierto tiempo apostando por actuaciones locales (mas allá de su frontera empresarial) y que aplicando también criterios profesionales y saltándose, trabas seudo-politicas (por llamarlas de alguna forma?), están consiguiendo, apenas no disminuir su ocupación anual.
En otras ocasiones, ya les mencione, alguna de estas propuestas, herramientas de las TIC, como la propia Feria Virtual (más bien tiendas virtuales abiertas todo el año), los programas de animación turística rural, (aplicables, esencialmente para Asociaciones de empresarios, PRODER, comarcas y entidades similares) y como recientemente, leí en Hosteltur, asociándose con profesionales, que sean capaces de dinamizar la oferta turística actual.
Afortunadamente la problemática actual del sector, tiene solución, no es costosa y si hay capacidad económica pública y privada, para afrontarla. Solo hay que comprenderla y atreverse a los cambios, para conseguir el éxito deseado.
Un cordial saludo
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